¡SÉ TÚ MISMO… luce tu mejor sonrisa!

¿Por qué cuidar una sonrisa?

Podríamos pensar que para un dentista es una cuestión de salud, pero para mí es más que eso.
Creo que la sonrisa representa un punto de partida para la confianza que tenemos en nosotros mismos.

Después de todo, es nuestra primera tarjeta de presentación cuando le damos la mano a alguien; nos recuerda un momento feliz en nuestras mejores fotos; es una «bienvenida» que no necesita palabras.
Sonreír nos hace sentir más seguros y nos acerca a los demás.

Por eso, desde niño sabía cuál sería mi trabajo: quería ser el creador de tantas sonrisas como fuera posible.
Como todo viaje, costó muchos sacrificios y muchas noches dedicadas a los libros. Pero al final lo logré: entre composites e instrumentos, tuve el privilegio de reconstruir las sonrisas de muchos pacientes.

He dedicado mi vida a esta idea. Por eso, cuando llegó la pandemia, fue aún más extraño tener que acostumbrarme a que el centro de mis esfuerzos y mi compromiso diario estuviera oculto por una máscara.

Como dentista, trabajando a centímetros de la respiración de un paciente, técnicamente no era posible mantener una mayor distancia. Algo tenía que cambiar. Pero al final esta es la mayor habilidad de los seres humanos, ¿no es así? Adáptate a los cambios y encuentra la manera de seguir adelante.

Por eso, como muchos otros profesionales, me he comprometido a adoptar nuevos dispositivos anticontaminación y elevar aún más los estándares de seguridad.
No fue fácil cambiar la rutina, pero el primer día de reapertura me di cuenta de que todo saldría bien.

Recuerdo el momento exacto en que sucedió.

El paciente entró y se sentó en la silla mientras mi asistente preparaba las herramientas de trabajo. Luego, como cada vez, se quitó la máscara y me sonrió: era un gesto común, pero que no había visto en semanas.

En ese momento aprecié aún más mi trabajo: me recordó que podemos salir de situaciones difíciles y que nuestra fuerza está ahí incluso cuando no la vemos, como una sonrisa detrás de una máscara.

Solo tenemos que seguir cuidándolo, de todas las formas posibles.
Para volver a compartirlo pronto, más brillante que antes.